
En 1965, el Ingeniero Químico Metalúrgico Octavio Valdés García fundó un negocio en las afueras de Monterrey. En sus primeros años, la empresa contaba con un único horno de arco eléctrico, con el cual se fundía acero de manera ardua y laboriosa. En aquel entonces, se producían piezas pequeñas como tapas de punterías, engranajes, poleas y componentes para la industria automotriz. En 1968, la empresa se constituyó formalmente como Fundición Valdés (Steel Casting Monterrey S.A. de C.V.), convirtiéndose en una entidad completamente independiente y privada.
La empresa fue pionera en introducir acero al manganeso en el mercado local, un material entonces desconocido en la región. Este acero se destinó a la industria minera, donde mostró un rendimiento excepcional en comparación con los materiales utilizados en las primeras canteras de Nuevo León. Esta innovación proporcionó a nuestros clientes una ventaja competitiva significativa, permitiéndoles reducir sus costos de producción y contribuir a su crecimiento y desarrollo. Cabe destacar que algunas de estas canteras aún operan y son principales abastecedoras de materiales en la región.
Con el crecimiento de la industria y la creciente demanda de metales de alta aleación, Fundición Valdés estableció un departamento de aleaciones especiales. Este departamento se dedica a la investigación y el desarrollo de nuevas aleaciones, con el objetivo de ofrecer productos que mejoren el rendimiento y prolonguen la vida útil de los componentes.
Desde sus inicios, Fundición Valdés ha acumulado una amplia experiencia en diversas industrias, incluyendo la automotriz, construcción, cementera, petroquímica, alimentaria, ferrocarrilera y minera. Además, fabrica productos especializados para empresas que manejan ácidos alcalinos altamente corrosivos.